El mundo del anime pierde una voz clave: Tatsuya Nagamine, el director de Toei Animation que dio vida a épicas como ONE PIECE FILM Z y Dragon Ball Super: Broly, falleció el 20 de agosto a los 53 años tras un año luchando contra la enfermedad. La noticia, guardada en privado por la familia, se hizo pública hoy en su cuenta de X, donde su esposa comparte un adiós que duele como un frame congelado.
Nagamine, nacido en 1971 en Hino, Tokio, y egresado de la Universidad de Arte Nipón en cine, se unió a Toei en los 90 y escaló con mano firme. Su debut como director llegó en 2009 con Yes! Precure 5: The Mirror Kingdom's Miraculous Adventure, seguida de la secuela Okashi no Kuni no Happy Birthday en 2008 –ambas con la magia infantil que definió su toque–. Pero fue en los grandes lienzos donde brilló: ONE PIECE FILM Z (2012) recaudó 68 mil millones de yenes, un huracán pirata que capturó la esencia de Luffy; Dragon Ball Super: Broly (2018) voló a 120 mil millones, reviviendo Saiyajins con una coreografía de batallas que aún resuena en foros.
La familia pinta un retrato íntimo: "Era el papá y esposo más cálido del mundo, siempre atento y generoso. Enfrentó el tratamiento con todo, soñando con volver a casa y al estudio". El funeral fue familiar; ayer, Toei organizó un homenaje privado en Nerima, donde pasó media vida en el Gran Estudio Ozuma. "Gracias a todos por el apoyo. Él disfrutaba cada dibujo, cada paternidad, cada plato en casa. Ahora, imaginamos que charla con mentores en las nubes, planeando la próxima obra".
En X, el mensaje cierra con gratitud bajo un cielo despejado en Nerima: "Seguid queriendo sus creaciones; eso lo honraría". Para los que crecimos con sus monstruos y héroes, Nagamine no era solo un director: era el puente entre paneles y alma, recordándonos que las aventuras más feroces nacen de un trazo tierno. Su legado corre; las velas, ya encendidas.
Fuente: Oricon
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