Hay sagas que no necesitan explosiones para emocionar. Solo una buena historia, personajes con matices y el tipo de humor que te sorprende en medio de una batalla. Eso es lo que nos enseñó Paper Mario. Y eso mismo plantea TheGamer en un artículo tan imaginativo como provocador: ¿y si otras franquicias de Nintendo se atrevieran a adoptar ese formato?
No se trata solo de copiar mecánicas. Se trata de convertir mundos conocidos en narrativas inesperadas. Como esas versiones teatrales donde Link habla por primera vez o Kirby muestra sus inseguridades. Aquí van ocho que merecerían ese tratamiento:
Yoshi, por ejemplo, ya coqueteó con el estilo artesanal. Su paso por Woolly World lo demostró: colores cálidos, texturas suaves y un ritmo que invitaba a jugar sin prisa. Imaginarlo como protagonista de un relato interactivo, con bifurcaciones narrativas y decisiones afectivas, parece más una evolución que un riesgo.
Kirby, ese héroe de apariencia inocente pero capacidad infinita, ya sobrevivió mundos de hilo y plastilina. ¿Por qué no papel? Una aventura donde recluta aliados, absorbe talentos narrativos y enfrenta dilemas que no se resuelven con un solo botón… eso sería oro narrativo.
Fire Emblem podría parecer el más alejado del estilo Paper, pero no tanto. Imagina sus personajes como marionetas de papel en un tablero con alma. El combate táctico seguiría ahí, claro. Pero con diálogos que se burlan del destino y batallas que permiten respirar entre estrategia y absurdo.
Pokémon, quizás el más difícil de reinventar, tendría mucho que ganar si la historia dejara de girar alrededor de humanos. Una narrativa donde el protagonista es directamente un Pokémon —sin entrenador, sin Pokéballs— permite profundizar en vínculos, pérdidas y retos que van más allá de subir de nivel.
Punch-Out!!, olvidado pero no irrelevante, es casi una caricatura por sí mismo. Convertir a sus boxeadores en figuras de papel que se doblan, arrugan y giran durante los combates añadiría una capa visual tan ridícula como irresistible.
Metroid, ese espacio silencioso que Samus explora, podría adquirir una intimidad nueva si se contara desde una perspectiva de papel. Menos explosiones, más exploración emocional. Criaturas que se pliegan, alienígenas que se redibujan según el miedo… otro universo posible.
EarthBound, por supuesto, ya tiene el alma absurda, surreal y entrañable que define a Paper Mario. Quizás no necesite transformarse mucho. Tal vez solo volver, con una estética que abrace su rareza y una narrativa que no se excuse por ser diferente.
Y al final, está Zelda. La saga que ha sido todo: 2D, cel shading, mundo abierto, oscuro, ligero. Un Paper Zelda no parecería revolucionario… pero sí íntimo. Un Hyrule dibujado a mano, con Link dudando, con misiones que no se resuelven con espadas sino con palabras.
No hay anuncio oficial, no hay tráiler, ni pistas ocultas en directos. Solo imaginación, deseo y una pregunta que queda flotando: ¿y si Nintendo se atreviera otra vez a contar historias como si fueran cuentos? No para volver al pasado, sino para redescubrir lo que ya tenemos.
Fuente: The Gamer
No hay comentarios.:
Publicar un comentario